viernes, 24 de octubre de 2014

24 DE OCTUBRE - SAN LUIS GUANELLA



SAN LUIS GUANELLA, SACERDOTE

El 24 de Octubre, la Iglesia hace memoria de varios Santos. Cabe destacar la figura de San Antonio María Claret, fundador de los Misioneros del Corazón Inmaculado de María, conocidos con el nombre de Claretianos.

También en este día se hace memoria de San Luis Guanella y al que nosotros, como Somascos, lo recordamos y lo celebramos al haber sido ex-alumno de uno de nuestros colegios del norte de Italia.

Compartimos una breve reseña tomada del Devocionario Somasco, para acercarnos un poco a la figura de este santo:

Nació en 1842 en Fraciscio de Campodolcino (Sondrio-Italia). A partir de 1854, y durante seis años, estudió en el Collegio Gallio de Como (regentado por los Padres Somascos), donde, por su dulzura, se ganó el afecto de sus compañeros, y por su constante aplicación en el estudio y su conducta ejemplar, el de sus superiores y profesores. Dos años más permaneció en este Centro como educador, mientras cursaba filosofía en el seminario diocesano de San Abbondio, de Como. Fue ordenado sacerdote en 1866, y en sus primeros años de ministerio estuvo en contacto con las actividades del Cottolengo y de Don Bosco, a quien conoció en Turín y con quien colaboró durante tres años. Sacerdote celante y apóstol de la Caridad, fundó las Congregaciones de los Siervos de la Caridad y de las Hijas de Santa María de la Providencia, para socorrer a los más necesitados; fundó también la Pía Unión del Tránsito de San José, para los moribundos. Murió en Como, en 1915.

Fue beatificado por Pablo VI el 25 de octubre de 1964.

Fue canonizado por Benedicto XVI el 23 de octubre de 2011.



ORACIÓN
Oh Dios, que hiciste resplandecer a San Luis Guanella, sacerdote, por su especial amor a los pobres, concédenos servirte sin descanso mediante el ejercicio de la caridad y ser, por tu Providencia, admitidos de nuevo en la heredad de tus hijos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

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