miércoles, 29 de abril de 2015

DIES NATALIS ORDINIS (2015)

La Congregación Somasca


El Fundador

La humilde Congregación de los religiosos Somascos tiene su origen en la Compañía de los Servidores de los Pobres, suscitada en la Iglesia de Dios por San Jerónimo Emiliani, bajo la acción del Espíritu Santo.
Convertido a Dios y renovado profundamente por intercesión de María, en su ardiente deseo de seguir el camino del Crucificado y de imitar a Cristo, su Maestro, se hizo pobre y se entregó, en cuerpo y alma, al servicio de los pobres.

Movido por la caridad divina, contagió a otros hombres, los cuales, por amor del Evangelio, se ofrecieron, junto con él, a Cristo.

Mediante el ejercicio de toda clase de obras de misericordia, nuestro ardentísimo Padre propuso, para sí y sus compañeros, un estilo de vida que, mediante el servicio a los pobres, expresa su propia entrega a Cristo.

Por eso, en los primeros tiempos, el pueblo los llamó: ‘Padres de las obras y de los pobres’.



Aprobación de la Iglesia

El 6 de diciembre de 1568,
San Pío V adscribió esta nueva Compañía -que se iba desarrollando y cosechaba copiosos frutos para la Iglesia- entre las Congregaciones de Clérigos Regulares, y le concedió la facultad de poder profesar votos solemnes,
sometiéndola directamente a la Sede Apostólica.


Primeros religiosos de la Congregación

El 29 de Abril de 1569, en San Martino de Milán, los padres: Angiolmarco Gambarana, Francesco Spaur, Giovanni Scotti, Bernardino Castellani, Vincenzo Trotti y Reginaldo Piacentini, en presencia de Monseñor Gambara, Obispo de Tortona, emitieron los votos solemnes.





viernes, 24 de abril de 2015

UN CAMINO PARA RECORDAR



(Mi reflexión personal sobre el Camino de Santiago en la Semana Santa 2015)

Cuando me dijeron de hacer el Camino de Santiago, debo confesar que no tenía la menor  idea de que se trataba. No tenía la menor idea de lo que era y de cómo se hacía. 
Me fueron dando información y me dijeron que íbamos a caminar más de cien kilómetros. Pensar en caminar esa distancia, a mí, me parecía una locura. Vengo de un país extranjero y lejano y todo esto era completamente desconocido para mí. Por lo que mi mente se llenó de preguntas. Sin embargo, en mi confusión, descubro un consuelo al saber el significado y la razón de esta aventura. Hacemos algo porque hay una razón, un motivo para hacerlo. Como dije antes, soy extranjero. Vengo desde Indonesia. Llevo viviendo en Santiago dos meses. Soy un joven religioso de la Orden de los Padres Somascos. 

Todas las dudas y las confusiones que rondaban por mi cabeza se hicieron añicos en cuanto empecé esta actividad. Tuve como un lavado de cerebro al empezar con las actividades del Camino y en cuanto empecé a caminar.

Honestamente, no he encontrado una palabra precisa para expresar mi alegría después de haber hecho el Camino de Santiago, por primera vez. Pero doy gracias a Dios por todo. Fue un momento precioso que había recibido y experimentado de Él. Puede que haya sido una experiencia y una historia puntual que ha durado un determinado tiempo, pero siempre será un tesoro que guardaré en mi vida y en mi corazón.

Personalmente, este Camino de Santiago fue un momento de encuentro con Cristo. Fue un momento en el que me lo encontré de manera especial en nuestras oraciones y devociones. En la Eucaristía, en la Adoración y en cada una de las reflexiones de los sacerdotes. Creo que el grupo de los que han participado en este Camino de Santiago, se han encontrado con Cristo, al igual que yo. Jesús estaba allí caminando con nosotros durante el Camino.

Por otra parte, para mí, fue muy especial hacer el Camino durante la Semana Santa. Durante las comidas se vivía la fraternidad. El compartir juntos la comida y la bebida, me recordó a la Cena de Cristo con sus discípulos, juntos compartiendo un mismo pan y una misma bebida, con Él.
En los momentos de subir y bajar los montes, de entrar en los pueblos y de caminar de un lugar a otro, me recordaba el sufrimiento de Cristo que lleva la cruz, camina por las calles de Jerusalén, sube al monte y finalmente sufre y muere en la cruz en el Calvario. Yo no llevaba la cruz cuando estaba caminando pero había veces que sentía que no podía caminar debido al dolor en mis pies, rodillas e incluso en todo el cuerpo. Si he sentido el dolor sólo por caminar ¿Cómo sería si estuviera yo en el lugar de Jesús cargando con la cruz? ¿Podemos imaginar lo doloroso que es? 

Pero no fue sólo dolor y sufrimiento. Nuestro gozo en la última hora y en los últimos minutos corriendo y cantando una canción a la llegada a la Catedral de Santiago, me recordaba una vez más a la alegría de María y las otras mujeres al regresar del sepulcro y anunciar a Pedro y a los demás apóstoles, que Jesús había resucitado. O también la alegría de los dos discípulos que regresaban corriendo de Emaús a Jerusalén, proclamando a gritos que Jesús había resucitado y que había caminado con ellos.

Por último, nuestra Misa del Peregrino, el Domingo de Pascua, me recuerda nuestra comunión con la Iglesia, la fe que recibimos de Dios, el amor que experimentamos y la hermandad que compartimos con Cristo. 

¡El Camino de Santiago es un momento precioso!

Gracias por recordarme que Jesús hizo mucho por mí, que me ama con un amor incondicional hasta el punto de aceptar la muerte y una muerte de cruz.

Pero sobre todo, doy gracias por la Alegría, el Espíritu y la Luz que he recibido durante estos días.
¡Qué el Señor Resucitado nos bendiga a todos!

Ambrosius Turuk 
(Ambrós)



TESTIMONIO DE MI PEREGRINACIÓN A SANTIAGO DE COMPOSTELA




Esta fue una peregrinación única y memorable en la historia de mi existencia como peregrino en esta tierra (podría decir que comenzó hace un par de meses, cuando llegué de Indonesia para residir en Santiago de Compostela).

Fue una peregrinación que se caracterizó con la llegada constante y continua de una inmensa alegría. Mi corazón estaba realmente bendecido por haber experimentado este tipo de alegría. Una alegría, que creo firmemente, floreció no sólo de la realidad de que era mi primera experiencia en este tipo de viaje. Más bien fue que categóricamente surgió de una experiencia fundamental, la experiencia de un encuentro y de una presencia.

Personalmente sentí y me encontré con la presencia de Dios en cada uno de nosotros, como peregrinos hacia una misma meta. Sentí la omnipresencia de Dios en la belleza de la naturaleza, pero sobre todo reconocí su presencia en los acontecimientos ordinarios y en las pequeñas experiencias vividas durante el Camino.

También aprendí algunas lecciones importantes a través de la relación con mis compañeros peregrinos. Experimenté la esperanza en su firme compromiso de seguir caminando a pesar de los sufrimientos y dificultades. Experimenté la caridad en su generosa disponibilidad para compartir sus sonrisas, su tiempo y sus historias. Experimenté también la fe en sus oraciones, en su silencio, en sus reflexiones personales y en sus testimonios sobre el amor de Dios.

Verdaderamente Dios estaba allí en el Camino. Nos habló y compartió su amor y su vida con cada uno de nosotros.

Eduardus  Jebar, 
(Edu)



52ª JORNADA MUNDIAL DE ORACIÓN POR LAS VOCACIONES

El próximo domingo, día 26 de Abril (IV Domingo de Pascua) celebraremos con toda la Iglesia, la 52ª Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones. 

Siempre estamos invitados a rezar para que el Señor envíe obreros a su mies, pero en este día, lo hacemos en comunión con toda la Iglesia, para pedir que Dios nos colme con muchas y santas vocaciones para cuidar de su rebaño.

Han transcurrido casi dos mil años, pero siguen resonando en nosotros las palabras de Jesús: 
"La mies es mucha, y los obreros pocos. Rogad, pues, al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies."(Lc 10,2).

Este año la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, tiene como lema: 


Desde la Pastoral Juvenil-Vocacional de los Padres Somascos, nos unimos también a esta Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones y le pedimos al Señor que sean muchos los jóvenes que abran su corazón a la llamada que Dios les hace para que le sigan a través de la vocación especial al Sacerdocio, a la Vida Consagrada o a la Misión.

Os invitamos especialmente a que pidáis al Señor que abra el corazón de muchos jóvenes para acoger esta llamada a seguirle, siguiendo el ejemplo de San Jerónimo Emiliani y que generosamente muestren su amor a Dios a través del servicio a los Huérfanos y a la Juventud desamparada.