SANTA MARÍA FRANCISCA DE LAS CINCO LLAGAS, VIRGEN
Anna María Gallo nació en Nápoles en el año 1715. A los dieciséis años, contra la voluntad de un padre violento que incluso la golpeaba, pues quería casarla con un joven rico que la pretendía, entró en la Orden de la Reforma de San Pedro de Alcántara, tomando el hábito y pronunciando los votos, y cambiando, además, su nombre de bautismo por el de María Francisca de las Cinco Llagas, aunque en calidad de Terciaria. Su vida estuvo marcada por el sufrimiento físico y moral, que, de manera permanente, se cebó, y que ella ofreció a Cristo por los pecadores.
Tenía el don de la profecía y, ya en vida, obró hechos prodigiosos. Quiso ser agregada a la Orden de los Padres Somascos, por la que oraba frecuentemente. Murió en el año 1791. Fue beatificada en 1843 por el Papa Gregorio XVI y canonizada en 1867 por Pío IX, siendo la primera santa napolitana.
Oración
Padre de misericordia, que en la virgen Santa María Francisca nos dejaste una imagen viva de tu Hijo crucificado e hiciste de ella un admirable instrumento de salvación, concédenos participar de los sufrimientos de Cristo para estar en el mundo al servicio de los hermanos. Él que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.
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