2.- Orar es dar gracias a Dios
"La trampa se rompió, y escapamos" (salmo
123).
Las palabras del salmo se están cumpliendo con
precisión en la vida de Jerónimo. Su celestial Libertadora rompió los cerdos de
su cautiverio. En aquellos momentos tan terribles brotaba, de manera espontánea,
una promesa: iría en peregrinación a un santuario cercano, al Santuario de
Nuestra Señora la Grande, de Treviso.
Allí
está, ahora, dando gracias. Y quiere, además, que quede constancia histórica
del milagro, por eso encarga que lo escriban en una tablilla votiva: la crecida
de su corazón acaba de romper el dique.
Oración
de acción de gracias. Oración sencilla, que a menudo surge espontáneamente.
Pero se necesitan ojos inocentes, de niño, para quien todo es un regalo: el
regalo de Dios. El gozo de existir, el cántico de la naturaleza, el consuelo de
la amistad, la luz de la verdad, la amabilidad y discreción de cuantos nos
rodean, la resolución de un caso difícil… Todo se puede transformar en oración.
Padre Mario Vacca, crs
No hay comentarios:
Publicar un comentario