viernes, 14 de marzo de 2014

UN HOMBRE DE ORACIÓN: SAN JERÓNIMO EMILIANI (3)


2.- Orar es dar gracias a Dios
"La trampa se rompió, y escapamos" (salmo 123).

Las palabras del salmo se están cumpliendo con precisión en la vida de Jerónimo. Su celestial Libertadora rompió los cerdos de su cautiverio. En aquellos momentos tan terribles brotaba, de manera espontánea, una promesa: iría en peregrinación a un santuario cercano, al Santuario de Nuestra Señora la Grande, de Treviso.
Allí está, ahora, dando gracias. Y quiere, además, que quede constancia histórica del milagro, por eso encarga que lo escriban en una tablilla votiva: la crecida de su corazón acaba de romper el dique.

Oración de acción de gracias. Oración sencilla, que a menudo surge espontáneamente. Pero se necesitan ojos inocentes, de niño, para quien todo es un regalo: el regalo de Dios. El gozo de existir, el cántico de la naturaleza, el consuelo de la amistad, la luz de la verdad, la amabilidad y discreción de cuantos nos rodean, la resolución de un caso difícil… Todo se puede transformar en oración.

Padre Mario Vacca, crs

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